En el Nombre de Jesús, te quiero bendecir con una Palabra/promesa de Dios:
Ezequiel 34:27 (Nueva Traducción Viviente) Los huertos y los campos de mi pueblo darán cosechas abundantes y todos vivirán seguros. Una vez que yo rompa las cadenas de su esclavitud y los rescate de quienes los esclavizaron, entonces ellos sabrán que yo soy el Señor.
Dice el Señor: Tú serás, agricultor de cosechas abundantes.
Hijo mío, tú eres parte de una generación de poseedores y de vencedores.
Te di vida, pero no para que estuvieras del lado equivocado. Tu lugar es Canaán, el Reino de Cristo.
Te di maná para comer, te di zapatos y vestido que no se desgasta, pero sólo como una muestra de Mi Amor, Cuidado y Protección.
Te escogí y te llamé desde la fundación del mundo, para bendecirte con toda clase de las bendiciones, de acuerdo a Mis riquezas en Gloria en Cristo Jesús.
Tú serás, agricultor de cosechas abundantes.
El Poder de Dios está en ti, porque eres parte de Mi Pueblo. Eres linaje escogido, real sacerdocio, nación santa y pueblo adquirido por Mí.
Tú te levantarás y tu enemigo saldrá huyendo.
Saldrás de la tumba, donde hoy te encuentras, para gozar de la vida abundante que Cristo da.
En el Nombre de Cristo, declaro que más pronto de lo que imaginas, llegarás al lugar que Yo he preparado para ti.
Tus sueños vivirán. Tu visión volverá a tener vida. Tú llamado será activado.
Escucha lo que te digo: Esta es la época de la multiplicación, para esta Casa Espiritual. Este es el tiempo, cuando lo haré más rápido y más abundante que nunca. Lo que hubiera tomado un año, lo lograrás en un día.
Por eso te digo: Prepárate, porque viene una fuerte sacudida y un temblor Poderoso. Me propongo, echar fuera de ti, todo lo que está muerto. Soplaré mi aliento de vida, fresco y nuevo.
Ahora mismo, Mi Espíritu rompe cadenas, para que tú vivas en completa libertad.
Este es el día, de la cosecha al ciento por uno.
Y todo lo que te he dicho, primero lo verás en los pastores de niños, de adolescentes, de jóvenes, de mujeres y de varones de esta Casa Espiritual, porque los tengo fuertemente aferrados y los tengo en mi mano derecha y bajo Mi autoridad.
A todos ellos, Yo los unjo para que el óleo de Mi bendición, se derrame a todas las personas que están bajo su autoridad.
Unjo a la cabeza de cada hogar, para que la bendición baje a la esposa y a los hijos, de cada uno de los hogares aquí representados.
Te planto en medio de esta iglesia, donde escucharás una Gran Voz, como el fuerte sonido de la trompeta.
Te asiento aquí, donde se predica con la espada de dos filos, que penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Declaro que lo que ojo no vio, ni oído oyó, Yo te lo revelaré a través del Espíritu Santo; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Regocíjate, porque Yo te sacará de tu desierto de Cades y te introducirá a la Tierra Prometida, para que disfrutes plenamente de la vida.
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